Un precioso refugio de montaña en lo alto de los acantilados de Sunnmore en Noruega.
En esta antigua tierra de vikingos y entre montañas y fiordos se encuentra esta maravillosa cabaña de tan sólo 12 metros cuadrados. Pero gracias a una paleta de colores neutros, sumado a la calidez de la madera y al uso de tejidos naturales, los propietarios han logrado un lugar muy confortable y acogedor.
Los muebles son sencillos, sin pretensiones, pero están llenos de detalles. Por ejemplo, la mesa de centro es una vieja caja de pan reutilizada.
A través de los grandes ventanales se puede disfrutar de una maravillosa vista de las montañas y los fiordos noruegos.
La chimenea está destinada para proporcionar calor en invierno y poder cocinar en verano.
¿Quién no se tomaba una bebida caliente junto a la chimenea?
Fotografía: Carina Olander
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