Desde los estampados geométricos hasta los motivos y detalles tribales, el continente negro es una fuente inagotable de inspiración.
El vertiginoso ritmo de la industria de la moda siempre ha llevado a los diseñadores a incorporar aspectos distintivos de otras culturas para innovar y estar en constante transformación.
¿De dónde obtienen su inspiración diseñadores de la talla de Jean Paul Gaultier, John Galliano, Anna Sui y Alexander McQueen?
África es una de las fuentes de sus innovaciones.
Son muchas las etnias y culturas subsaharianas y también del norte de África, en las que se inspiran muchos diseñadores.

Las diversas tribus que habitan el continente se caracterizan por sentirse orgullosos de sus cuerpos y lo glorifican mediante el uso de diversos ornamentos.

Lejos de las pasarelas de Nueva York, Londres o París, las tribus africanas demuestran ser más creativas y arriesgadas en moda que nosotros.

En el Valle del Omo del este de África, los miembros de las tribus Surma y Mursi se inspiran en los árboles silvestres, las flores exóticas y la exuberante vegetación para adornarse con tocados hechos por ellos mismos con elementos de su entorno.

Desde tiempos inmemoriales, la seminómada tribu de África Occidental, los Woodabee, dedican una especial atención a la belleza de sus hombres. Destacan las zonas más bellas de la cara, por lo que la nariz, los labios y la boca se destacan en colores amarillo, rojo y negro, hechos de pigmentos vegetales.

Las mujeres se trenzan el cabello para enmarcar sus caras con plumas y adornos geométricos. Y para complementar su apariencia, utilizan accesorios como turbantes con plumas de avestruz, paja, sandalias de cuero bordado y collares elaborados con piedras semipreciosas.

Por no hablar de los Masái que adornan sus vestimentas con miles de abalorios y que algunas firmas de moda se han arriesgado a reinterpretar con accesorios y prendas repletas de cuentas coloridas.

Algunas tribus de África demuestran ser más creativas y atrevidas en moda que nosotros.

Las grandes firmas dirijen su mirada hacia las extensas sabanas y las tribus que en ellas habitan. Y es que la fuerza de sus grafismos y colorido son una fuente inagotable de inspiración.

Desde que en 1967 Yves Saint Laurent presentó su icónica colección «African», los diseñadores de moda no han cesado de mirar a África en busca de creatividad e ideas.


En el 2000, Alexander McQueen reinventa el animal print al aplicarlo a los detalles decorativos en faldas, chaquetas y bolsos en colores brillantes como el amarillo y tonos diferentes de color marrón.



Incluso nombra a la colección, Eshu, el nombre de un dios del pueblo Yoruba de África Occidental.

En el 2012, Burrberry y Missoni combinaban la elegancia con lo tribal.






Y más recientemente otras firmas han citado a África como referencia o de una u otra manera se han inspirado en ella.







La popular firma italiana Etro es una habitual del estilo étnico.

La colección primavera-verano del año pasado de Valentino estaba llena de ecos tribales: estampados geométricos, collares de huesos, plumas en los puños y accesorios y detalles con un fuerte latido africano.





Y como no podía ser de otra manera, la campaña fue realizada en Kenia con las fabulosas fotografías de Stephen McCurry en un pueblo Masai situado en el Parque Nacional de Amboseli.


África, tan mágica y misteriosa.
Las grandes firmas siguen inspirándose en ella.