Un cálido y acogedor loft, con acabados industriales y toques vintage.
El salón, un amplio espacio a modo de loft con paredes de hormigón sin rematar, dispone de grandes puertas-ventanales que permiten bañar toda la estancia de luz natural.
El suelo de hormigón pulido está cubierto por tablones de madera recuperada.
El mobiliario y la decoración apuestan por objetos de época.
Y llegamos a la «joya de la corona», este espectacular dormitorio, donde la madera sin tratar es la protagonista.
La cocina combina la madera, el hierro, módulos metálicos y una encimera de mármol.
Un loft muy chulo, pero yo me quedo con el dormitorio.