Las alfombras kilim, originalmente creadas por los pueblos nómadas de Asia Central para calentar el suelo de sus tiendas y envolver sus enseres, se han convertido en todo un objeto de deseo.
Estas alfombras étnicas son creadas en una gran variedad de modelos y colores, y gracias a su belleza y personalidad, una alfombra kilim, es perfecta para vestir los suelos y las paredes en la decoración de casa.
Pero, vayamos por partes.
Tabla de contenidos
¿Qué son las alfombras kilim?
Kilim, es una palabra de origen turco, que significa «que no mezcla colores», y se refiere a las alfombras hechas a mano realizadas sin pelo anudado. Es decir, que se distinguen del resto de las alfombras por no tener “pelos”.
Consideradas como las alfombras más antiguas del mundo, nacieron hace unos 3.500 años en Asia Central, donde se utilizaban en los suelos y paredes de las tiendas o como cubiertas para el equipaje.
Posteriormente, se fueron extendiendo hacia Europa Oriental y África del Norte.
El kilim se diferencia del resto de las alfombras por la manera en que se realiza:
- Son tejidos a mano con fibras naturales como la lana, el algodón y en algunas ocasiones, la seda.
- A diferencia del resto de las alfombras, el kilim no tiene “pelos”.
- Los motivos geométricos son los más frecuentes: rombos invertidos y triángulos.
- El kilim, se caracteriza por sus vivos colores, obtenidos mediante tinturas naturales extraídas de plantas, insectos y minerales: generalmente azul o granate. El verde no es muy usado pues es considerado como el color del profeta.
- Nunca se mezclan sus colores entre sí, cada vez que el color cambia, se forma una nueva tira en la alfombra. De ahí viene el nombre de kilim, «que no mezcla colores».
Los países con mayor tradición en la confección de estas joyas del diseño y el color, son Turquía, Irán, Afganistán, Pakistán e India.
Kilims Turcos
Auténtico paraíso de las alfombras durante siglos, el kilim ha sido un medio para que las mujeres de Anatolia expresasen sus sentimientos, deseos y miedos.
La mayoría de los motivos cambian de región a región, pero hay un motivo recurrente, que es el elibelinde, una figura femenina estilizada que simboliza la maternidad y la fertilidad.
Usualmente hechos de lana de oveja y algodón, predominan los colores intensos y los diseños geométricos, aunque a veces, hay diseños con un dibujo floral central y grandes flores en los laterales.
Kilims Persas
La antigua Persia, hoy Irán, es la cuna de las alfombras anudadas a mano, y la gran diferencia con la alfombra turca, es su gran tamaño y el empleo del blanco contrastando con el resto de los colores.
Kilims Afganos
El kilim afgano está hecho de lana de cabra y a veces también de pelo de caballo. Generalmente, de colores oscuros y con motivos de cenefas y dibujos geométricos, son más gruesos y grandes que las versiones de sus vecinos.
Decorar con kilims
La alfombra es un elemento sumamente práctico en la vida de los pueblos nómadas de Asia Central, y le dan multitud de funciones.
- Es usada para mantener el suelo caliente dentro de las tiendas en las frías y largas noches en las montañas.
- Para orar, o para comer o dormir directamente sobre el suelo.
- E incluso, para envolver los equipajes cuando se trasladaban de un lugar a otro.
Por el contrario, el sedentario Occidente, convirtió la alfombra en un elemento meramente decorativo; para la decoración de salones, dormitorios y otras estancias del hogar.
En la decoración nórdica rompe con el blanco que lo inunda todo, en los espacios de decoración industrial aportan calidez, y como no, en la decoración boho chic, es un recurso ampliamente utilizado para adornar los suelos y las paredes.
Además de decorar el suelo, los kilims también se pueden hacer servir para decorar paredes como si de un tapiz se tratara. En la decoración de habitaciones, podemos adornar la pared del dormitorio empleando un kilim como un original cabecero de cama.
Así mismo, los kilims, al estar creados con fibras naturales, son especialmente idóneos para combinar con muebles de mimbre, escaleras decorativas de madera y bambú, sillas de ratán, cestas y canastos de mimbre…
Algo a tener en cuenta, es que además de su belleza, los kilims, son excelentes aislantes acústicos y protegen los suelos más delicados como el parquet.
Cómo lavar y cuidar los kilims
La vida errante y nómada de quienes los usaban en la antigüedad, hizo que los kilims, se confeccionaran con una trama plana y sin nudos, es decir, sin pelos, para hacerlos más livianos y delgados.
Esto es una ventaja para transportarlos, pero los hace menos resistente al uso y se ensucian con mucha más facilidad.
Pero en principio, si los aspiras, mantendrás su limpieza. Esto no quita que tengas que lavarlos una vez cada tres o cinco años, sin embargo, en el caso de que se manchen, puedes limpiarlos con un paño húmedo.
Donde comprar kilims
En Etsy puedes encontrar una gran variedad de cojines y alfombras kilim.
La alfombra kilim, con su belleza, personalidad y estallido de color, es todo un «must have» para vestir los suelos y las paredes del hogar.
¿No crees?
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