
En medio de las tormentas de arena y del sofocante calor del Rajasthan, se encuentra Jodphur, la ciudad azul, un mar de casas de color azul brillante.
Jodhpur está estratégicamente ubicada a medio camino entre la capital y el estado más industrializado de la India, Gujarat, por lo que se benefició del comercio de cobre, opio y seda, durante el período precolonial.
Su prosperidad se refleja en las joyas y trajes usados por las mujeres Marwaris (la comunidad de Jodphur), las cuales aman adornarse con ropa de colores y joyería pesada y la exhiben con orgullo.

Es el hogar de famosas fortalezas, opulentos palacios, mausoleos, jardines, lagos y bulliciosos bazares. Pero, es sobre todo, el llamativo color de sus casas, que rompe con el árido paisaje del Rajasthan, lo que los visitantes no olvidarán jamás.



El color azul de las casas es debido al sistema de castas. En el pasado, la ciudad tenía un número desproporcionado de brahmanes, la clase sacerdotal que ocupa la parte superior de la jerarquía, y mandaban pintar sus casas para distinguirse del resto de la población.



Con los años, otras casas no brahmanes alrededor de la fortaleza de Mehrangarah, también se pintaron de color azul brillante, posiblemente, porque el colorante índigo que dio a las paredes su característico color azul intenso, también era una buena defensa contra los insectos, y seguramente más recientemente, porque atrae al turismo.




Situada a los pies del desierto del Thar, Jodhpur también es conocida como la “Ciudad del Sol”, bautizada así por la cantidad de días soleados y luminosos de los que disfruta.

Para una visión general de Jodhpur y sus casas azules, lo mejor es subir hasta la fortaleza de Mehrangarh.

Un sinuoso camino te conducirá hasta la cima de la colina, a 125 metros, donde se emplaza la antigua fortaleza, uno de los edificios más bellos de la India. Desde allí podrás contemplar y apreciar la magia de la ciudad azul.

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