Hacemos un recorrido por la decoración japonesa, un estilo que tanta influencia ha tenido en los últimos tiempos en interioristas de todo el mundo.
El antiguo perfeccionismo de los interiores japoneses con sus esteras, biombos, maderas sin pintar y papel, demuestra de forma clara que menos puede llegar a significar más en la decoración de interiores.
La decoración de estilo japonés hoy en día
La decoración japonesa tiene una personalidad muy marcada y se diferencia en gran medida del resto de los estilos asiáticos.
Y muy especialmente, de nuestro concepto en el modo de decorar; sus ideas difieren en gran medida a nuestra manera de entender la decoración.
Menos es más
El hogar japonés presume de interiores minimalistas; simples, serenos, sencillos… una palabra lo resume todo: Zen.
El Zen, que se centra en la búsqueda de lo esencial, es el eje fundamental de su decoración; sobria, práctica y elegante.
El japonés únicamente considera necesarios aquellos objetos que no sean accesorios y decorativos y tengan una utilidad bien definida.
Por ello, en la decoración japonesa cada espacio tiene un propósito determinado y bien definido. El dormitorio sirve para descansar y lo imprescindible dentro de éste es una cama, ya está.
El salón suele estar despejado y ningún objeto debe dificultar la vida de las personas. El salón japonés cuenta con lo mínimo imprescindible.
Nada de muebles o accesorios superfluos ni artículos decorativos que no tengan una utilidad clara en la decoración del salón. La sencillez, la funcionalidad y el orden es una prioridad.
La cocina es minimalista y completamente funcional, todo lo que se necesita para cocinar está accesible y a la vista. Debido al elevado precio del suelo y la escasez de espacio, la cocina japonesa consta de módulos y muebles convertibles y suele estar totalmente integrada al resto de la casa.
Inspiración en la naturaleza
Al japonés le gusta decorar con muebles y accesorios que se inspiren y se extraigan de la naturaleza; madera, papel de arroz, lino, rattán, bambú… todo en un ambiente de gran armonía y paz.
Mobiliario
Los muebles son sobrios y constan de formas sencillas. Tradicionalmente el mobiliario japonés se reducía a la mínima expresión debido a la situación geográfica de la isla.
Situada entre dos placas tectónicas, a sufrido durante toda su historia temblores de tierra, por lo que los muebles eran de madera y papel, debido a la necesidad de usar un material ligero y resistente a los terremotos.
Colores
El hogar japonés se suele decorar con colores naturales que deriven de la naturaleza. Marrones, verdes, grises y los colores neutros, son los más utilizados para decorar los espacios interiores.
La decoración japonesa tradicional
Hasta hace unas décadas la mayoría de los japoneses vivían en casas de madera, papel y paja.
La característica principal de las casas japonesas era el uso de los tatamis para cubrir el suelo, por lo que las habitaciones de las casas tradicionales japonesas (washitsu), son conocidas también como salas de tatami.
En los primeros días, el tatami fue utilizado solamente por la nobleza, que se sentaba en una sola e independiente estera colocada en el suelo.
El uso del tatami se difundió durante el periodo Muromachi, sin embargo, todavía era común el uso de esteras independientes, ya que:
Sólo los ricos podían permitirse el lujo de cubrir la totalidad de las habitaciones de tatami
Fue durante esta época que el shoin-zukuri, el estilo tradicional de la casa japonesa, se desarrolló y evolucionó como una especie de híbrido entre los estudios de los monjes Zen, que tanta importancia han tenido en el mundo oriental, y las habitaciones de recepción de la élite militar.
El shoin-zukuri se caracteriza no sólo por las esteras de tatami en los suelos, sino también por las particiones shoji, las pantallas de papel de arroz, las puertas correderas y los pilares cuadrados.
Casas de té
En el siglo XVI el maestro de té Sen no Rikyu redefinió la ceremonia del té japonesa, estableciendo el uso de salones de té más pequeños, utilizando materiales rústicos y naturales e incluyendo el tatami.
Rikyu fue fundamental en la popularización del wabi-sabi, la idea de encontrar la belleza en la imperfección y la simplicidad.
En el siglo XVII, los tatamis se podían encontrar en las casas de la gente común y rápidamente se convirtió en una parte integral de todos los hogares.
Las esteras funcionan muy bien con el clima de Japón, el cual es cálido y húmedo en verano y frío y seco en invierno, ayudando a regular la humedad interior.
También ayudó, el hecho de que en Japón, y en general, en todo el oriente, se sentaban y dormían en el suelo y se entra en las casas descalzo.
En los últimos 150 años, los interiores japoneses tradicionales han dado paso a hogares más occidentalizados y ahora muchos de ellos tienen una sola sala de tatami.
Hoy en día, algunos japoneses todavía duermen sobre esteras de tatami con un fino colchón en la parte superior, llamado futón, el cual se puede doblar cuando no está en uso. Sin embargo, la mayoría de las personas ahora duermen en camas “de estilo occidental”.
Actualmente se pueden ver una gran variedad de salas históricas de tatami bien conservadas en lugares tales como templos, villas y casas de té. Incluso tienes la oportunidad de pasar la noche en una, si te alojas en un ryokan o un minshuku.
En definitiva, la decoración japonesa es un estilo de decoración que se basa en la idea oriental del Zen en su manera de decorar; la búsqueda de lo esencial y el rechazo de lo superfluo.